La protección del medio ambiente centra la iniciativa que impulsa la Unión Europea, que prohibirá desde el 1 de enero de 2020 el uso de bolsas plásticas que no sean biodegradables.
No obstante, la norma impulsará como primera medida que todos los establecimientos comerciales procedan al cobro obligatorio de cualquier tipo de bolsa plástica, a partir del 1 de marzo del próximo año y cuyo precio oscilará entre los 5 y 15 céntimos, dependiendo del espesor de la bolsa. Por lo que desde esa fecha todas las bolsas de plástico, compostables y no compostables, tendrán un precio que será fijado por el comerciante.
La nueva norma europea añade que las bolsas con espesor igual o mayor a 50 micras deberán contener un 30 por ciento de plástico reciclado, desde el 1 de enero de 2020.
Fuentes de la UE resaltan que el objetivo de esta iniciativa es concienciar sobre el problema que suponen las bolsas plásticas para el medio ambiente, dado el material que se utiliza para su fabricación pone en riego los ecosistemas, ya que pueden tardar hasta 500 años en desaparecer completamente. De este modo, destacan la importancia que tiene la reutilización para garantizar la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.